Quince relatos que discurren con fluidez y naturalidad, como solo un pulso estimulado por la versión de primera mano podría hacerlo. Ramón Arce Cruzado ha conocido gran parte de estas historias por testimonio de sus propios protagonistas o por experiencia personal, y gracias a esta característica es que no ha tenido problemas en plasmarlos como quien abre un surtidor de aguas transparentes y tranquilas. Pero no se trata únicamente de ello, sino que este conjunto es también una propuesta de diversidad cultural, de conocimiento de la vida, de trabajo psicológico y de una gran imaginación; porque, si bien es cierto, hay mucho de la realidad real en estos relatos, Cuando el tiempo se detiene, participa también la mano del fabulador, de quien ha indagado con atención en nuestros mitos y creencias populares y del que sabe manejarse en la intriga y la técnica para optimizar la estética narrativa. Sentarse alrededor del fuego de la literatura es siempre un placer, y hacerlo desde las páginas de este intenso y sugestivo volumen es reafirmarse en ese goce. (Ricardo Ayllón Cabrejos)